lunes, 3 de diciembre de 2012

Ahora resulta que los vándalos son presos políticos

Enrique Aquino

Después de los actos de barbarie y fanatismo que ocurrieron el sábado pasado en diferentes partes del país, en Twitter, cuentas trolls hicieron TT: #FueronLosPorrosDeEPN. Una calumnia que ni un niño de cinco años cree.

Una de las características del pejismo es la mentira y la difamación. Son especialistas en inventar rumores —especialmente en la red— para crear opinión en los fanáticos. Es bien sabido que el PAN, PRI y la izquierda moderada no tienen como cultura los plantones y las marchas.

Ahora el movimiento #YoSoy132, irónicamente, hace otra marcha el día de hoy a las 14:00 horas para pedir que sean liberados los detenidos por los disturbios en el DF y Guadalajara. Eso confirma que son integrantes de su movimiento.

Las autoridades capitalinas revelaron que los anarquistas recibieron 300 pesos para reventar la toma de protesta de Enrique Peña Nieto. Increíble y de risa, que estos vándalos que causaron terrorismo poniendo en peligro su vida, la de los policías y la de los ciudadanos los llamen: presos políticos.

¿Son presos políticos? Para nada, así lo quiere manejar el #YoSoy132 y los líderes radicales izquierdosos que los manipulan. Si cometieron delitos, deben hacerse responsables de sus actos. Si las autoridades dejaran libres a los anarquistas caerían en un acto de impunidad.

Considero que es necesario que se investiguen los hechos sobre quién o quiénes fueron los autores intelectuales de estos actos de vandalismo. Está claro que no protestaron pacíficamente, dañaron propiedades federares y privadas. Su táctica fue empujar a las autoridades a una acción violenta para culpar al gobierno represor.

Dos de las personas que más han propiciado la violencia por redes sociales son los pejistas Epigmenio Ibarra y John M. Ackerman, este último en las pasadas protestas de Michoacán difundió rumores de gente muerta y herida con imágenes apócrifas que no correspondían a esa fecha.

La antítesis de estos actos de salvajismo y bestialidad fue el Pacto por México que firmaron ayer las principales fuerzas políticas del país. Deben de quedar atrás los intereses de partido para darle paso a los acuerdos que deriven las reformas que le darán al país una transformación positiva.

Solo alguien que no razone, o que esté mal de sus facultades mentales, piensa que para ser honorable, se tiene que estar en contra de sus adversarios políticos; eso no lo aguanta ningún país. México necesitaba este pacto integral para que todas las propuestas sean bienvenidas, no es sano y democrático que una sola fuerza política imponga su propia visión. Lo mejor para los mexicanos, está por venir.

1 comentario:

  1. jajaja ya comenten algo, jua jua1 aunque sea por lástima. La izquierda moderada te saluda!

    ResponderEliminar