Después de los actos de barbarie y fanatismo que ocurrieron
el sábado pasado en diferentes partes del país, en Twitter, cuentas trolls hicieron
TT: #FueronLosPorrosDeEPN. Una calumnia que ni un niño de cinco años cree.
Una de las características del pejismo es la mentira y la
difamación. Son especialistas en inventar rumores —especialmente en la red— para
crear opinión en los fanáticos. Es bien sabido que el PAN, PRI y la izquierda
moderada no tienen como cultura los plantones y las marchas.
Ahora el movimiento #YoSoy132, irónicamente, hace otra
marcha el día de hoy a las 14:00 horas para pedir que sean liberados los
detenidos por los disturbios en el DF y Guadalajara. Eso confirma que son
integrantes de su movimiento.
Las autoridades capitalinas revelaron que los anarquistas
recibieron 300 pesos para reventar la toma de protesta de Enrique Peña Nieto.
Increíble y de risa, que estos vándalos que causaron terrorismo poniendo en
peligro su vida, la de los policías y la de los ciudadanos los llamen: presos políticos.
¿Son presos políticos? Para nada, así lo quiere manejar el
#YoSoy132 y los líderes radicales izquierdosos que los manipulan. Si cometieron
delitos, deben hacerse responsables de sus actos. Si las autoridades dejaran
libres a los anarquistas caerían en un acto de impunidad.
Considero que es necesario que se investiguen los hechos
sobre quién o quiénes fueron los autores intelectuales de estos actos de
vandalismo. Está claro que no protestaron pacíficamente, dañaron propiedades
federares y privadas. Su táctica fue empujar a las autoridades a una acción
violenta para culpar al gobierno
represor.
Dos de las personas que más han propiciado la violencia por redes
sociales son los pejistas Epigmenio
Ibarra y John M. Ackerman, este último en las pasadas protestas de Michoacán
difundió rumores de gente muerta y herida con imágenes apócrifas que no
correspondían a esa fecha.
La antítesis de estos actos de salvajismo y bestialidad fue
el Pacto por México que firmaron ayer
las principales fuerzas políticas del país. Deben de quedar atrás los intereses
de partido para darle paso a los acuerdos que deriven las reformas que le darán
al país una transformación positiva.
Solo alguien que no razone, o que esté mal de sus facultades
mentales, piensa que para ser honorable, se tiene que estar en contra de sus
adversarios políticos; eso no lo aguanta ningún país. México necesitaba este
pacto integral para que todas las propuestas sean bienvenidas, no es sano y democrático
que una sola fuerza política imponga su propia visión. Lo mejor para los mexicanos,
está por venir.
jajaja ya comenten algo, jua jua1 aunque sea por lástima. La izquierda moderada te saluda!
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